Religiosidad mapuche
3 ritos fundamentales
Como la mayoría de las etnias sudamericanas, la mapuche posee una religiosidad arraigada en en las fuerzas de la naturaleza. Por ejemplo, las plantas son infaltables en cada rito, especialmente el canelo, el árbol sagrado para este pueblo. Un clima benigno es fundametal para la obtención de buenas cosechas y el paso del tiempo es marcado por los movimientos lunares.
Para el pueblo mapuche conviven en el universo dos fuerzas antagónicas, pero complementarias: las fuerzas positivas o Ngenechen y las negativas o Wekufu.
El Ngenechen es sólo construcción y vida, el Wekufu, destrucción y muerte. Entre ambas fuerzas los mapuche buscaban el equilibrio.
Sólo a las mujeres les estaba reservado el manejo de los asuntos espirituales o mágicos, existiendo también dos tipos de magia, la positiva y la negativa.
Las machis se ocupaban de la primera, la kalku de la magia negativa. Las machis, expertas en las propiedades medicinales de las yerbas, sanaban a los enfermos y ahuyentaban los malos espíritus.
Para los mapuche la muerte no existía. La vida era infinita y las personas pasaban por diferentes estados a lo largo de su existencia. La muerte era así el tránsito hacia el país de los muertos, donde el alma viviría eternamente. Su destino final es el Wenu Mapu, espacio superior donde se reencuentran con sus seres queridos.
La muerte es el inicio del viaje a un nuevo existir, en el que encontrará más o menos dificultades, según su actuar en la tierra.
- Nguillatún
- Machitún
- Wetripantu
Nguillatún
El ngillatún es básicamente un rito de petición de bienestar. Puede pedirse por el clima, la siembra, las cosechas, para que no haya enfermedades, por la abundancia de alimentos, por la fortaleza y vitalidad espiritual. Las razones que llevan a realizarlo son múltiples y de diversa índole. Aunque cada comunidad realiza el nguillatún con cierta periodicidad, que suele ser al menos una vez al año, puede ser que entes sobrenaturales, a través de peuma (sueño) y perimontún (visiones), indiquen la necesidad de realizar el rito en forma extraordinaria.
Los nguillatún tienen lugar en un lepún, un sitio especialmente dispuesto y "depurado" para este fin, y en cuya periferia se distribuyen los concurrentes. En su centro, y a veces también en el sector oriental del campo, se ubica un altar principal (rewe) y , generalmente, otro secundario (llangi-llangi). Estos se componen de vegetales, como araucarias, lleuques, perales y manzanas o laurel, maqui y canelo, dependiendo de la zona. Son adornados con banderas que pueden ser amarillas y azules o blancas y negras.
Un mínimo de dos días y un máximo de cuatro dura un nguillatún. Este se compone de una sucesión de actos rituales, en su mayoría repetidos varias veces y en los que son centrales los sacrificios de animales y las ofrendas. El sentido del sacrificio es establecer un vínculo con los dioses, a través de una víctima ofrecida por los hombres. Sus modalidades son muy variables. El rito es encabezado por el ngenpin, ngendungu o nguillatufe, quien en persona o delegando atribuciones en ayudantes, da muerte a uno o más animales, por lo general corderos, extrayéndoles su sangre y corazones. La sangre se reparte a los congregados para ser depositada en un recipiente. Luego se realizan ofrendas de bebida ritual acompañadas de oraciones y bailes dirigidos por ngenpinines o machis. El animal puede ser totalmente quemado, o consumido en parte y luego quemado.
Es posible que las ceremonias se inicien y terminen con un awun (galopes circulares y gritos) destinados a limpiar el lugar. Durante los días del rito se realizan varias series de bailes tregilpurún y amulpurún, este último propio de las mujeres. Los bailes tienen relación con la forma en que se establecen los linajes y descendencias y lo que se canta son los nombres de estos linajes.
Machitún
Este rito de sanación es oficiado por la Machi, una persona consagrada por los dioses a la lucha contra las fuerzas del mal (wekufe). Esta persona debe ser iniciada en un rito en el cual se le asigna una jerarquía, la cual es representada por el número de peldaños labrados en un palo (kemú-kemú), que es el símbolo de su poder. Se supone que las machis son designadas por fuerzas sobrenaturales o fileus, que en el algunos casos se reconocen como antepasados machis.
En el Machitún se invoca a estos los fileus, chamanes del cielo, que manejan el arte de diagnosticar la causa de las enfermedades, que velan sobre sus colegas terrestres (machis) y los asisten en sus tratamientos. Bajo la influencia cristiana estos chamanes han cedido el paso a Dios o Ngenechén. La diferencia práctica entre ellos es imperceptible.
Para el diagnóstico del mal, la machi puede valerse de distintos medios. Uno muy común es la orina, que es observada detenidamente para formarse un cuadro clínico del estado del paciente. El mal también puede ser reconocido por signos misteriosos o extraordinarios, como la muerte o la quebradura de una extremidad en un animal, el movimiento de una gallina en círculos concéntricos o el hallazgo de huevos podridos.
Existen otras formas muy curiosas de diagnosticar enfermedades, como por ejemplo, colocar un cordero encima del enfermo y luego examinar las entrañas del animal. El mal también puede ser revelado desde el más allá, que es el medio más complejo y valorado, a través del pewutún, un rito en el cual la machi utiliza todos sus instrumentos para comunicarse con las divinidades. Con una prenda de vestir del enfermo realiza una serie de cantos y oraciones para terminar en un trance, en el cual trasmitirá sus mensajes, revelados por Dios o los machis del cielo. Se supone que en este trance, la machi es poseída por un espíritu al cual consultará sobre la enfermedad. También en estos trances recibe de la mano de Dios los remedios de los cuales se servirá.
La expulsión del mal, que puede considerarse como un ritual de exorcismo, se inicia con un rito solitario que realiza la machi con su kultrún y que consiste en la invocación de los espíritus ancestrales (pillán) para espantar a los malos espíritus. Ya frente al enfermo, la Machi realiza una plegaria dirigida a las divinidades principales, al "dios de las cascadas de aguas puras y cristalinas" y al "dios de machi, madre de machi".
La curación se lleva a cabo con una oración-canción en la cual la Machi conjura al diablo para que abandone el cuerpo del enfermo y también invoca a Dios para pedirle que interceda directamente, que le de fortaleza e inspiración y le revele las causas y los remedios del mal. Finalmente recita unos conjuros acompañados de fricciones del cuerpo del enfermo con hierbas medicinales.
Wetripantu
La Fiesta del Año Nuevo Mapuche o Wetripantu es un día sagrado y festivo para los mapuches, que se celebra, invariablemente, cada 24 de junio.
La siguiente, es una completa explicación de este ritual, enviada por la Asociación de Profesores Mapuches Likan Mapu (Mapuches Urbanos):
VERSIÓN DEL AÑO NUEVO MAPUCHE O EL REGRESO DE LA SALIDA DEL SOL
Existen varias Naciones de los Pueblos originarios de la América Indígena que tienen su propia manera de ordenar el paso del tiempo. Para ellas, un ciclo de tiempo no es una situación consensual arbitraria, sino que está sustentada sobre el conocimiento compartido que se tiene de la naturaleza. Este conjunto de saberes incluye el estudio y observación profunda del espacio exterior, en especial del movimiento de la luna. Uno de esos pueblos originarios es el Mapuche.
WE TRIPANTU o" rito anual de renovación del equilibrio de la naturaleza" es el momento en que la fuerza propia de la vida, de la naturaleza, eleva en la savia de los árboles el nivel de vibración molecular y los seres vivientes regulan su pulsación con el ritmo lunar. El mapuche piensa y siente que las aguas traspasadas por la energía magnética de la luna en esa fecha tienen una energía diferente por lo que toda la familia debe armonizarse con la naturaleza por medio del baño de inmersión bajo cualquier condición climática. Es el tiempo de armonía familiar y de amistad. El quimün (conocimiento) mapuche en un modelo práctico de inter-relación social y espiritual, no es un evento folclórico. El modelo wetripantu se inserta en la cultura, desde una perspectiva epistemológica, social y espiritual, como columna dinámica unificadora de la sociedad y que mantiene la cohesión y filiación del mapuche con su cultura e Identidad.
El conocimiento mapuche es un producto socializado no es el del anacoreta que se esconde en la profundidad de la montaña, sino que es el resultado de la observación permanente de los cambios que siente y percibe de los elementos de la naturaleza, por el hecho de unificar su raquiduam (su pensamiento) con lo que Wünfucha (Dios, creador) le ha dado para cuidar y mantener, tomando de la creación solo lo que es necesario.
La Nación Mapuche, como los Aimará, y Quechua, Atacameños. poseían y poseen un gran conocimiento en Ciencia, astronomía y espiritualidad. Su legado cultural nos permite saber que ellos lograron interpretar el movimiento del sol, la luna y las estrellas, en especial el planeta Venus.
La festividad social espiritual Wetripantü, es un escenario en el que una misma fuerza espiritual denominada newen, estremece de energía a todos los seres vivientes y hace de los hombres y mujeres, hermanas y hermanos con todos los elementos de su medio.
Existe un punto cósmico desde donde se gestiona un estado de renovación física y psíquica, determinado por el regreso del sol a ciertas coordenadas espaciales, que da paso a otro período de tiempo que desde su inicio está energizado por el movimiento lunar.
En la memoria psicológica del pueblo mapuche permanece hoy día la idea latente que antes del Wetripantu existe la noche más larga del año. Cuando ésta llega a su punto máximo se dice que la noche camina de regreso. Wiñol Trekatuy Pun, este es el momento de un cambio total de la naturaleza, tanto en el cosmos como en la tierra, en consecuencia, el día se alarga o retrocede comparándose este hecho con el paso de un gallo, y el mapuche dice Wiñotui Antü kiñé trekan alka.
Se sostiene que el momento del regreso del sol se produce al terminar la noche del 23 de junio, en el instante en que asoma el sol en el este o puel mapu, este hecho de la nueva salida del sol da paso al nuevo ciclo de vida.
Otra de las ideas fundamentales del Wetripantu es que junto al inicio del nuevo año, las aguas de diferentes fuentes entran en un proceso de cambio de temperatura, momento apropiado para bañarse de madrugada. Por medio del agua el hombre y mujer vuelven a hermanarse unidos por una misma fuerza, lllamada newen.
¿Cómo celebramos el Wetripantu?
Llegada la noche del 23 de junio después de las 22 horas se reúne (n) las familias en una casa que sea cómoda en espacio y tenga calefacción, de gas, cocina de leña, o fogón. Se van acumulando los alimentos: carnes de ave, chancho, vacuno o caballo; muday, mültrün, mürke, sopaipillas, tortillas, que serán consumidos por todos los asistentes. La persona que no sea capaz de consumir los alimentos servidos, tiene que llevarlos a su casa: la comida no se guarda, se reparte entre los asistentes.
¿Qué hacemos la noche de Wetripantu?
Los adultos relatan hechos desconocidos de la familia a los miembros reunidos, Historias sobre el origen de la familias o sus descendientes, Se participa del conocimiento en general, se cuentan cuentos (epeu), se baila choike purrun, se toca la trutruka y el trompe.
En el período de epewun ,que es antes de la amanecida, hombres, mujeres y niños e invitados concurren al río, vertiente o estero más cercano a bañarse y esperar la nueva salida del sol con el cuerpo y el espíritu renovado y limpio y sintiendo la fuerza de Dios. Gnechen, Elchen, Huenu Mapu Chaw, Wun Fücha, Wun Kuce, etc.son todos nombres que se le asignan a un creador único, el mapuche es un ser espiritual monoteísta y siempre lo fue. Se regresa a la casa tocando algun instrumento, luego por medio de un ritual muy específico se purifica el ambiente de la casa. Girando en círculo, partiendo del este y girando hacia la derecha para cerrar el círculo mirando al este, que se denomina puel. En este lugar la persona de mayor conocimiento invoca a las fuerzas benefactoras conocidas, dando gracias y reconociendo la presencia de la fuerza creadora en todos los elementos y con el corazón y la mente en profunda gratitud se espera la salida del sol por el PUEL MAPU (el este espiritual y físico).
Cuando el sol y la luz cubren el espacio visible se dice Akui We Tripantu (llegó el nuevo año) o también Wiñoi Tripantu (regresa la salida del sol) De esta manera en el amanecer del día 24 de junio se inicia otro ciclo de vida en el mundo mapuche y en la madre tierra. Durante el día continúan distintas actividades, según la región. Por lo general es un día de reencuentro, de armonización y equilibrio de las relaciones familiares.
Fuentes:
- "Etnografía: sociedades indígenas contemporáneas y su ideología" Editorial Andrés Bello, 1996.
- Artículo Religiosidad Mapuche Contemporánea: elementos introductorios. Rolf Foerster y Hans Gunderman.
- Versión del año nuevo mapuche o el regreso de la salida del sol, Asociación de Profesores Mapuches Likan Mapu.