FIESTAS PATRIAS EN PUNITAQUI
Punitaqui es el pueblo que le da el nombre a una comuna que se encuentra en la cuarta región, está a 20 Kms. de Ovalle y durante muchos años pasé las Fiestas Patrias en dicha región.
Punitaqui tiene 1.200 habitantes y nació como un pueblo minero que creció junto al descubrimiento y explotación de las otras ricas minas de oro Los Mantos de Punitaqui, que ahí se encontraron a comienzos de siglo XX, aunque hay vestigios de vida humana desde mucho antes en la zona, en las afueras del pueblo se encuentran las trazas de ser un lugar importante para la cultura diaguita, hay abundancia de piedras tacitas y petroglifos que indican que había una importante comunidad que realizaban sus ceremonias en esos lugares que eran centros de adoración.
El pueblo actual consta de dos partes separadas por el “estero”, en realidad un antiguo cauce de una quebrada que hoy solo lleva agua cuando hay temporales y ni siquiera tiene un puente, a un lado se encuentra Punitaqui antiguo, una serie de casas muy bajas con unas callejuelas por las que puede transitar un vehículo muy pequeño y con una vía, Punitaqui “nuevo”, consta de una calle larga con doble vía y una serie de calles que la cortan trasnversalmente, en esta parte se encuentran algunas casas-quinta que reflejan el pasado esplendor de esta comunidad hoy una de las mas pobres del país, este pueblo vive del orgullo de un pasado esplendor, del poema de Neruda que habla de las flores de los cerros de Punitaqui y de las esperanzas de encontrar un nuevo filón, que le dé impulso y mejore la situación económica de sus pobladores, cosa que ocurrió por ultima vez en 1995, en que descubrieron un nuevo filón de oro que se supuso mayor que el encontrado a comienzos de siglo, esto trajo a mucha gente, con lo que sus habitantes pudieron incrementar sus ingresos productos de una agricultura modesta realizada en baja escala puesto que ésta depende solamente de agua de pozos que se agotan frecuentemente por efectos de la sequía, mediante los arriendos y las pensiones brindadas a los trabajadores “ afuerinos” atraídos por la “fiebre del oro”... la ilusión duró poco mas de seis meses, la veta encontrada se agotó y el pueblo volvió a su antigua realidad, una vida dura, con mínimas expectativas de crecimiento y con exiguos ingresos, hasta que vino el golpe de gracia, el terremoto de 1997 que destruyó el 80% de las casas del pueblo.
Las fiestas patrias que voy a describir son anteriores al terremoto, siempre me llamó la atención lo solemne y pomposo de estas celebraciones, mas aún dadas las dimensiones y la pobreza de la región, las fiestas duran los días 18, 19 y 20 de Septiembre, debido a que la noticia de la Independencia llegó el día 20 a esa provincia.
La celebración comienza el día 18 de Septiembre en la mañana; los alumnos de enseñanza básica y media, y los bomberos desfilan frente a las autoridades: alcalde, concejales, directores, cuerpo médico y miembros de la municipalidad, a continuación, se bailan varias cueca y casi todos lo años representan “La Pérgola de las Flores” con la grabación del disco que salió hace cuarenta años; los alumnos realizan la mímica y bailes para el placer de toda la concurrencia.
Al anochecer se realiza la inauguración de las fondas, el Alcalde acompañado de todos los concejales, hace su discurso entre muchas libaciones y abre el baile con una cueca, después se integra la casi totalidad de los habitantes a nuestro baile nacional que al cabo de dos o tres horas, y junto al alcohol va a producir un estado de euforia compartida por la casi totalidad de los participantes, ahí comienzan a surgir las pasiones que van a desatarse aún mas con el transcurso de las horas, es posible ver al Alcalde tambaleante entre las mesas, a una joven concejala caerse en medio de la pista y a muchas mujeres con la cara larga de ver la conducta de sus cónyuges hacia otras damas de la concurrencia , y también la situación inversa, en este punto comienzan, a surgir algunos conatos de riñas que son sofocadas rápidamente por los vecinos. Me sorprendió el gusto por la cueca de esta comunidad que las prefiere a las cumbias y que son interpretadas por: guitarra eléctrica, bajo, teclado, batería y pandereta.
Otra cosa es la que pasa en las inmediaciones del recinto,ahí las riñas se transforman en peleas a cuchillo, y no hay dieciocho sin algunos heridos graves, una cantidad importante de parejas (especialmente de jóvenes) termina las seducciones comenzadas durante el baile, esto contrasta con lo que ocurre en tiempos normales en que la represión de estas conductas son la norma, como en la mayoría de las zonas campesinas el sistema patriarcal se mantiene sólido.
El día 19 de Septiembre trae una serie de actividades diurnas, rodeo, carreras a la chilena, carreras de galgos y palo encebado para los niños, por la noche continúan las fondas y todo ocurre de manera similar a la noche anterior, esta vez sin la presencia obligada de las autoridades
El día 20 de Septiembre se celebra “haciendo pampilla”es decir las familias salen del pueblo y se dirigen a un lugar despoblado, cercano al pueblo donde levantan carpas en pleno día y en contacto con la naturaleza continúa la fiesta con asados y grandes cantidades de alcohol. También aquí se favorecen los encuentros de parejas que con las facilidades que da la naturaleza, permite... que en el mes de Junio nazcan una interesante cantidad de niños que impedirán, tal vez, que Punitaqui no desaparezca de los mapas.
En general en Punitaqui no hay grandes diferencias socioeconómicas entre sus pobladores, pero existe un gran respeto por sus autoridades, Alcaldes, Consejo Municipal, cuerpo de profesores, y médicos pero estas diferencias desaparecen por completo en las fondas, en que todos se tratan y comportan como iguales, un gran número de personas que se conocen que comparten sus trabajos y sus esperanzas cohesionados por la danza y la música una catársis colectiva, un medio de liberación de la realidad rutinaria tan dura en una región que con mucho esfuerzo se logra apenas la subsistencia.
Con la excepción de estas fiestas, en Punitaqui la vida es sobria y se desliza lentamente en una rutina de trabajos, que en la mayoría de los casos no alcanza a satisfacer las necesidades de sus habitantes y es una sociedad que guarda mucho las apariencias, ayudada por el “pelambre” verdadera institución en la 4ª Región, con la fiesta irrumpe lo orgiástico con la aparición de las conductas transgresoras que dejan en evidencia todo lo reprimido durante el resto del año.
Resulta una paradoja muy común en nuestro país el hecho que de una fiesta de poder como las Fiestas Patrias, las de mayor importancia en nuestro calendario republicano, comienzan con la formalidad y solemnidad tan de acuerdo a los principios de los próceres que crearon el sentimiento de nuestra nacionalidad, tan poco proclives a las conductas expansivas de nuestro pueblo, se transforman en una catarsis orgiástica y colectiva de un país habitualmente sobrio, que gasta en esos días mas de lo que tiene, sin pensar mucho en que comerá mañana.