Cuasimodo

CUASIMODO

Origen
El Concilio de Trento, celebrado por la iglesia católica, en España entre 1545 y1563, estableció la conveniencia de comulgar al menos una vez al año. De acuerdo a esta norma, que también se extendió a América, se hizo común que los sacerdotes llevaran la comunión a los enfermos que no podían asistir a la iglesia.

El sacerdote y su comitiva necesitaban de protección durante su viaje a través de los solitarios caminos rurales, en los cuales algún bandido podía esperar para asaltarlos. La comunidad, entonces adquirió la tradición de acompañar a este grupo, que también cumplía con la misión de recordar la resurrección de Cristo, el milagro central de la fé cristiana.

Se creía que esta era una herencia colonial, pero no existen crónicas de esos años. Durante los albores de la República aparecen registros de Cuasimodo. En dicha época se desvaloraba esta fiesta perteneciente al sentido litúrgico popular.

 

Significado
Esta palabra proviene de la frase en latín "Quasi modo géniti infantes", que significa: como niños recién nacidos. Esta frase es la primera del texto con la que se introduce la misa del domingo siguiente al domingo de resurrección.

 

Los sonidos

Cuasimodo es una fiesta que no tiene música, sin embargo el sonido tiene gran protagonismo y cobra su propio ritmo. Los cascos de los caballos al chocar con el cemento o con las piedras otorgan el tiempo de la corrida. La campana que anuncia la llegada de Jesús suena a ratos recordando coros delestiales. A ello, se suma la oración que pregonan los jinetes: "Saaanto, saaanto, santo, es el Señor Dios de los ejércitos. Llenos están los cielos de la majestad de vuestra gloria. Gloria al Padre, gloria al hijo, gloria al espíritú Saaantooo".

 

Corrida divina

En abril, el fin de semana siguiente a Semana Santa, se realiza la fiesta de Cuasimodo, un gran día para el huaso del valle central de Chile. Se trata de un día para el cual las distintas asociasiones de cuasimodistas se preparan con ansias, pues se trata del momento para demostrar con gradiosidad su fe. Con meses de anticipación se repasan los arreos, se diseña la decoración que adornará al caballo, a la bicilcleta o incluso al furgón y se preparan guirnaldas y letreros para aunciar la llegada de Cristo rey.